Hace aproximadamente tres meses
una tarde de esas aburridas y tediosas decidí
entretenerme por la red y darme un caprichito ( no se si os he dicho que
soy
una fan incondicional de las compras on line) y después de dar varias
vueltas por mi
shopping virtual al no encontrar nada que me sorprendiera y alucinara
decidí ir
cotilleando en paginas de ofertas de
viajes, cursos, restaurantes, para ver si encontraba algo y para mi
sorpresa encontré una oferta baratísima de una sesión de tratamiento
con
plasma sanguíneo, rápidamente se me vino a la cabeza una conversación
que mantuve
con mi hermana mayor en mi ultimo viaje a Miami y ella me comentaba
emocionada
cuando le decía “Vero por ti no pasaban los años“ cual era su secreto: “el plasma sanguíneo” tratamiento en EEUU puntero y conocidísimo
que consiste básicamente en sacarte un tubito de sangre, centrifugarla para
separar los glóbulos rojos del plasta e inyectártelo con una finísima aguja en la cara mediante una
técnica llamada mesoterapia.
Instantáneamente y sin pensármelo
ni un solo instante le di al botón de comprar y obtuve mi bono oferta de una
sesión de tratamiento de plasta sanguíneo. A la semana cogí hora y fui a la
clínica estética a hacerme mi esperado tratamiento de rejuvenecimiento facial y
ya en la consulta una enfermera simpatiquísima y como no decirlo, joven y
lozana me dio un simple cuestionario que tuve que rellenar y a los 5 minutos me
llevaron al quirofanito donde practicaban el tratamiento en cuestión.
La amable enfermera me tumbo en
una camilla y después de sacarme el pertinente tubito de sangre me dijo que me
iba a poner en la cara una crema anestésica, lo cual me hizo dar un bote de la camilla y le pregunte con cierto
resquemor, pero… ¿esto duele? Y la
enfermera sin perder ni un solo instante la sonrisa me dijo bueno eso depende le la tolerancia que tengas al dolor, hay personas que les duele bastante,
hay personas que les molesta y personas que incluso piden que no les pongamos la crema anestésica, la verdad
que en ese momento pensé que la simpática enfermera me estaba engañando …que hay pacientes que piden que no les pongan anestesia,! ja! Eso no se lo cree
ella ni borracha…. En fin ya
estaba allí y como dice mi madre no nos hemos vestido así para nada, así que me
resigne y me prepare para una experiencia dolorosa y mientas que la enfermera
me ponía la dichosa crema anestésica resonaban estas palabras en mi mente “estar bella cuesta, o lo que es lo
mismo estar joven me va a doler”
Después de 10 largos e
inquietantes minutos de espera y una cara extrañamente acartonada entro al
quirofanito la doctora que me iba a inyectar el tratamiento, la verdad que en
ese momento me sentí como en el dentista, asustada, como una niña esperando que
pasara rápidamente el mal trago y que mi madre me diera mi premio por haber
sido una niña buena y valiente en este caso mi premio era estar mas joven y
lozana.
Y sin mas dilación y sin pasar
por la casilla de salida la doctora empezó a hacerme las infiltraciones del
plasma, si os digo que no me dolió os metería como una bellaca, a mi me dolió y
bástate, además recibí mas de cien pinchazos en mi cara y con crema anestésica incluida sentí el dolo,r así que en ese momento
confirme que la simpática enfermera en su afán de tranquilizarme lo único que
había hecho era mentirme y mucho.
Tras terminar el tratamiento la
doctora me puso el resto del plasma en la cara a modo de mascarilla y lo dejo
actuar unos cinco minutos mas y al terminar me dijo que para que el tratamiento
fuera efectivo 100% había que ponerlo una vez
al mes durante tres meses seguidos y luego renovarlo una vez cada seis
meses, creo que en ese momento mi cara acartonada y enrojecida por los mas de
cien pinchazos tenia expresión de poema
y además de los malos a lo que la doctora que aparte era una estupenda
comercial me dijo que no me preocupara por en enrojecimiento e hinchazón de la
cara que se iría en unos días y que si quería continuar con el tratamiento
había un bono baratísimo que me cubría tres sesiones mas, la de las dos
sesiones que me faltaban, mas la de renovación semestral, en ese momento tenia
tal molestia en la cara y tal enfado ya que me sentía un poco engañada que dije con cierto aire de molestia y desdén
que me lo pensaría.
Los 3 primeros días transcurrieron
sin pena no gloria con mi cara un tanto enrojecida y con pequeñas marquitas de
los pinchazos a lo cual mi decepción iba en aumento, pero una mañana pasada una
semana al levantarme note al mirarme al espejo que mi cara estaba mas joven,
lozana y con la luz de una chica de veintitantos, pero mi sorpresa fue mayor al
ir a la oficina a trabajar cuando todo el mundo me preguntaba que si me había
hecho algo en la cara, que estaba mas joven, cómo con mas luz, así que en ese
mismo instante decidí llamar a la clínica y comprar el bono oferta con tres
sesiones mas y procedí a ponerme las 2 siguientes, no os voy a decir que las
veces sucesivas no me doliera pero lo que si os puedo decir es que el plasma
sanguíneo funciona y merece la pena pasar por este dolor por que finalmente
compensa y tampoco me avergüenza decir que soy una mujer de casi cuarenta años
y que cuándo me miro al espejo el reflejo que me devuelve no es el de una mujer
cuarentona.
Y como dijo Santo Tomas dijo ver
para creer, aquí os dejo un vídeo para que juzguéis por
vosotras mismas.
1 comentarios:
Muy interesante... pienso probarlo.
A todas nos gustaria estar mas bellas.
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