Tras haber tratado previamente el tema de los
edulcorantes artificiales más consumidos -y no precisamente para favorecer su
consumo por las dudas sobre su salubridad- me parece necesario escribir hoy
sobre distintas alternativas basadas en edulcorantes naturales y saludables.
Aunque tal vez sea mejor deshabituarse al sabor dulce, dado su carácter
adictivo, si podemos endulzarnos saludablemente y de forma natural, mejor ¿no?
La miel
Voy a empezar hablando de la miel, a la que no
puedo dejar de nombrar como endulzante natural puesto que lo es, si bien soy
consciente de que si consumes edulcorantes por mantener la línea, la miel no es
muy adecuada para ello aunque posea auténticas propiedades
medicinales.
Tengo una amiga que desde siempre toma su café por
la mañana con una cucharadita de miel y no se ha privado de ello ni siquiera
cuando ha decidido bajar algo de peso. Tomada con moderación no tiene porqué
llevarte a engordar.
La sucralosa
Procede de la
caña de azúcar; de hecho, es el único edulcorante que se fabrica
a partir de éste. Pese a que es 600 veces más dulce que el azúcar, no aporta
calorías.
La sucralosa se utiliza en la elaboración de
productos light bajos en calorías. Es necesario leer las etiquetas de los
productos que compramos para saber lo que contienen. Si están edulcorados con
sucralosa, al menos podremos estar tranquilos ya que hasta la fecha los
estudios realizados sobre su toxicidad han demostrado que su consumo es seguro.
La estevia
La reina de los edulcorantes naturales y saludables
La stevia o estevia es un arbusto pequeño de la
familia de los crisantemos y originario de la zona Norte de Paraguay y zonas
adyacentes del Brasil. Los indios guaraníes han utilizado
durante siglos sus hojas para endulzar sus comidas. De
hecho, la bautizaron en su lengua como “hierba dulce”. Su uso
se ha extendido en los últimos años en países orientales como Japón.
Las hojas secas de la estevia no sólo sirven para
endulzar sino que además contienen proteínas, fibra,
vitaminas A y C y minerales como hierro, fósforo, calcio, potasio y zinc. Y
todo ello sin aportar calorías al organismo y sin efectos secundarios
perjudiciales sobre la salud.
Además de endulzar y aportarnos los nutrientes
mencionados, la estevia reduce el apetito y la ansiedad por
comer. Tiene un alto poder diurético y
ayuda a mejorar la digestión, ya que el
organismo no tendrá que trabajar tanto para digerirla al tratarse de un
producto 100% natural.
Un montón de
nutrientes, cero calorías y cero grasas, ¿qué más se puede pedir?
Este vídeo que inserto no tiene desperdicio. No
sólo habla de la estevia, pero merece la pena invertir los 7 minutos que dura
en verlo y escuchar a su protagonista, Josep Pàmies.
Josep
Pàmies es un campesino catalán (Balaguer, Lleida) que hace 15 años abandonó los
métodos modernos de cultivo con uso abundante de químicos y pesticidas, para
pasar al cultivo ecológico, resultando en una radical mejora de su propia salud
y la de sus tierras. Desde entonces, Josep se ha convertido en un firme
defensor del cultivo ecológico y ha investigado y promueve el uso de las
plantas con propiedades medicinales, sobre todo de la estevia o el ajenjo.
Josep también critica ferozmente la industria farmacéutica y las empresas que
promueven el uso de transgénicos, como Monsanto, por velar más por la obtención
de beneficios económicos -mediante el uso de patentes y la cronificación de la
enfermedad- que la búsqueda de soluciones reales y éticas.
Y tú, ¿cómo endulzas tu café o infusiones?
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