Dedico esta entrada a reflexionar sobre cómo afecta la negatividad a la salud, ya que la salud física está vinculada a la salud emocional, a la salud mental. Si la negatividad debilita el sistema inmunológico, la positividad lo fortalece, y aunque no fuera así, ¿no es mucho mejor para ti y para los de tu alrededor mantener un espíritu positivo?
Personalmente he podido sentir esto en mi propia piel, tanto el hecho
de vivir en un estado negativo o en el borde, como el hecho de vivir en
positivo. ¿Y tú?
Conexión mente-cuerpo
Es cierto que muchas veces decimos que estamos mal porque esto o
aquello nos sucede, bien a nosotros mismos o bien en nuestro
entorno más cercano. La culpa es de terceros -personas o
acontecimientos- y aunque lo que terceras personas o acontecimientos
desagradables que nos suceden influyen en nuestro estado de ánimo (¡no somos de
piedra!), me gusta mucho más cambiar el término culpa
por el de responsabilidad. Aunque
no lo creas, el efecto sobre uno mismo es distinto.
El término culpa
está cargado de negatividad; el de responsabilidad
no necesariamente. De mano pensar así ya supone un pequeño cambio
que nos aleja de la negatividad y nos acerca a la positividad. Y ello, te
brinda la oportunidad de actuar sobre tu propio estado, ya que el peso de la
situación no recae fuera de ti por completo.
Existe una conexión mente-cuerpo que
hace que éste reaccione a lo que la mente piensa. Párate a
reflexionar qué sucede en tu cuerpo cuando te pillas un cabreo supino. Cuanto
menos, se tensa, y si ese estado se mantiene durante horas o incluso días puede
llegar a producir dolores musculares, de cabeza,
acidez de estómago, elevación de la presión arterial...
Pensamientos y emociones
Nuestros pensamientos influyen en nuestras
emociones y éstas, en nuestra salud física, no sólo
mental. En este artículo titulado ¿Cómo
afectan las emociones nuestra salud? se hace referencia a diversos estudios realizados
que constatan esta relación. Algunas de las conclusiones que se extraen y sobre
las que se sigue investigando son las siguientes:
“Las emociones negativas como la ira, la depresión, la
ansiedad y el estrés tienen importancia médica, ya que mientras se padecen, se
liberan unas hormonas y otras sustancias que cuanto más tiempo se secretan en
el organismo, más se deteriora la función del aparato inmunológico, siendo éste
más susceptible de enfermarse.”
El sistema inmunológico es el encargado de defender nuestro cuerpo de
organismos infecciosos y agresiones externas. Si las defensas bajan, lo menos
que puedes padacer es un resfriado y de ahí en adelante, la cosa va a peor.
“La ansiedad crónica, prolongados períodos de tristeza y
pesimismo, tensión continua, hostilidad, cinismo o desconfianza incesante, trae
doble riesgo de contraer enfermedades como asma, artritis, dolores de cabeza,
úlceras pépticas y problemas cardíacos.”
Naturalmente el sistema cardíaco es uno de los que más sufren las
consecuencias de emociones como la ira y la agresividad.
Otras consecuencias de la negatividad
En definitiva, además de debilitar nuestro organismo y exponernos a
padecer enfermedades más o menos graves, la negatividad es agotadora
tanto para quien la padece como para los de su alrededor.
Crea barreras en las relaciones
personales, ¿o no has tenido nunca que andar con pinzas para
relacionarte con alguien cercano a ti que está con frecuencia enfadado, triste
… que es extremadamente sensible a todo y casi siempre en negativo?
Estas personas suelen estar normalmente rodeadas de problemas,
problemas que muchas veces no son tal y es únicamente una percepción de la
realidad que toman como cierta sin dejar espacio para otras realidades más
positivas; también suelen echar balones fuera, lo que decía al comienzo, la culpa
es de... Si no tienes ninguna responsabilidad
en lo que te sucede, es muy probable que tampoco hagas nada para cambiarlo
y, por lo tanto, todo seguirá siendo igual o peor,
porque hasta el organismo sufrirá las consecuencias en forma de enfermedades o
malestares físicos.
Es muy probable que conozcas a alguna persona que constantemente visita
al médico porque no se siente bien y que tras pruebas y más pruebas, no tiene
un diagnóstico claro sobre lo que le sucede. Observando algunos casos como éste
que comento, he llegado a la conclusión de que muchas personas están enfermas,
o creen estarlo, pero equivocan la enfermedad: no es física sino anímica. Cada
célula de su cuerpo reacciona a lo que dice su mente y lo malo es que al final
enferman de verdad.
¿Has padecido los efectos negativos de la
negatividad en tu salud? ¿Lo has visto en alguien cercano a ti? O por el
contrario, ¿disfrutas de la positividad en tu vida y en tu propio bienestar físico?
7 comentarios:
Me ha gustado muchisimo el post de hoy.
Instructivo y edificante
Alimenta tienes toda la razón en etapas en las que estoy mas negativa siento que mi cuerpo esta mas cansado, mas devil y además se me plantan unos dolores de cabeza que son tremendos.
Lo complicado es luchar contra este tipo de sentimientos, pero en esta vida todo es posible.
gracias por los consejos que nos aportas cada semana en La Regia Gatubela
Feliz fin de semana
Cuando estoy angustiada o baja de ánimo y moral cierto es que tengo mas tendencia a acatarrarme a pillar gripes e infecciones de garganta-
Por lo que dices (y confio 100%) esta totamente relacionado.
Hay que trabajar mas por tener una mente saludable.
Mente sana= cuerpo sano ;))
Me ha encantado tu post. Estoy contigo en todo. Bss
Me ha encantado el post, tienes razón cuanto más positiva eres, parece que la vida te sonríe y te sientes mejor!. bs. Marta http://oletuestilo.blogspot.com.es/
Poco mas puedo añadir a lo dicho, salvo una frase de Olivier Bouyssi:
"Sonríe y la vida te devolverá sonrisas. ¡La vida es un espejo!".
Que disfrutéis de lo que resta de fin de semana :)
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