Qué amplio y desconocido es el mundo
de las cremas faciales: están las de día, las de noche, antiarrugas,
antimanchas, antiedad, para piel seca, para piel grasa, para piel mixta,
con ácido hialurónico, los serum, las que yo llamo remix (que hacen de
todo para todo) y así hasta el infinito y mas allá….
Nos bombardean en los canales de televisión con anuncios fabulosos que
nos prometen la deseada panacea que es estar joven eternamente, con
modelos espectaculares de caras tersas y sonrientes; y una piensa desde
el sofá de su casa yo quiero estar como ellas, pero desengáñate, es todo una pura falacia.
Eso por no hablar de
cuando después de hacer una lista interminable de las cremas que crees
que mejor te pueden ir y desesperada por no saber cuál o cuáles
comprar tomas la errada decisión de ir a unos grandes almacenes a que “
una profesional de la belleza” te asesore y una vez allí te acercas
hasta la zona de belleza y cosméticos y tímidamente le dices a la
maquilladísima y perfumadisima dependienta 'necesito una
crema facial, porque empiezo a notar que ya tengo una arruguita aquí,
una manchita allá, un poco de flacidez, he perdido tersura', etc.
Y la “profesional de la belleza” te pregunta astutamente ¿que tenias pensado?, (Carajo, si tuviera algo pensado no estaría hablando contigo) y una en su esfuerzo de cumplir con el objetivo fijado ( tener la crema facial que mejor vaya contigo) responde pues no lo sé, he visto varios anuncios por la televisión y creo que... En ese momento “ la profesional de la belleza” que ya se ha hecho una composición de tu ignorancia al respecto de productos faciales te interrumpe diciendo acompáñame al mostrador, y ahí, te aseguro yo, que ya has caído en sus redes.
La maquilladísima y perfumadisima “ profesional de la belleza” que ya
te mira con el signo del $ en sus ojos empieza a marearte con distintos
productos que por supuesto son sin lugar a dudas y según su criterio los
mejores para tu cara y harán que luzcas joven y regia de por vida (todo
mentira). Pero claro, ahora viene lo peor que es cuando toca hablar del
precio de esas maravillosísimas cremas faciales que van en raquíticos
botes de 30ml que, recordemos, según nuestra dependienta son las que
nos mantendrán eternamente jóvenes y mientras que a la “profesional de
la belleza” sus ojos se le inflaman aún más con el signo del $ a
nosotras se nos ponen los ojos en blanco pensando en todo el dineral que
nos vamos a tener que gastar para estar como las deseadas chicas de los
anuncios de la tele.
Finalmente, anestesiadas por toda la información y por el aroma pesado
del perfume de la dependienta ( he llegado a la conclusión de que el uso
de esos perfumes forma parte de su estrategia para dejarnos atontadas),
decidimos comprarnos el “combo” que nuestra “profesional de la belleza“
nos ha aconsejado y salimos del maravilloso centro comercial con la
sensación de no tener la certeza de haber acertado y con 200€ menos en
el bolsillo y con una mini bolsa preciosa con 3 botecillos
insignificantes de 30ml cada uno….
En fin mis queridas lectoras, esto mismo me pasó a mí y para evitar que
cada una de vosotras pueda caer en esta trampa que al final lo único que
consigue es hacerte un hueco enorme en la cuenta bancaria, mi más
sincero consejo es que elijáis un tratamiento facial de acuerdo a
vuestras necesidades. Y ahora os estaréis preguntando ¿y cómo acierto? Muy
sencillo: lo primero, saber cuál es tu tipo de piel, mixta, grasa o
seca (eso no es difícil ¿verdad?); luego, ser sincera contigo misma y
valorar lo joven o menos joven que está, para saber que si la misma ya
tiene signos de vejez ( arrugas, manchas, flaccidez) necesitarás una
crema anti-edad y si aún está lozana y joven necesitarás una crema para
prevenir los signos de envejecimiento y mantenerla fresca y limpia de
impurezas y, por supuesto, no esperar en ningún caso un milagro, ya que
los milagros a Lourdes y muchas veces ni eso y algo tremendamente
importante: no porque sean las más caras son las mejores. En temas de
tratamientos faciales, como en otras muchas cosas de la vida, menos es
más, os lo aseguro…
Después de estas pequeñas premisas, un último consejo antes de deciros hasta luego: perseverancia, mis queridas lectoras, P E R S E V E R A N C I A,
todas las mañanas y todas las noches, llueva, truene o caigan chuzos de
punta, a ponerse la crema mientras seguimos soñando, mirándonos al
espejo, con conservar o tener esa piel de la chica del anuncio que, como
tantas cosas de esta vida, no son eternas.
6 comentarios:
Me ha gustado mucho esta entrada. Como bien dices perseverancia y conocer nuestra piel. Llueva o nieve simepre debemos cuidarnos la piel y conocer nuestra piel no es dificil. Besotes bella
http://thearisvanity.wordpress.com/
Muy buen post!!
¡Anda qué no es dificil hasta que das con la adecuada. Besos
el post buenisimo.... me ha encantado
A mi tambien me ha encantado el post de hoy!!!
Me he sentido superidentificada y me he reido un monton!!!!
Gracias por este momento :)
Me he reido muchisisisisimo con el post. muy bueno Gatubela....
como se nota las que nos leemos tus post y las que no y que ponen algo por poner...
Un beso chata y sigue asi!!!
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