El papel de los sentidos en la alimentación no se limita exclusivamente al sabor o al olor. ¿Cuántas veces hemos escuchado que la comida entra por los ojos? Está claro que el sabor es fundamental, pero también el resto de sentidos. De un modo u otro, todos participan.
Comer con
los cinco sentidos: sabor, olor, textura... ¡sí importan!
es el título del artículo que enlazo y en el que se describe muy bien cómo los
sentidos, con relación a la alimentación, han formado parte de la evolución y
de la supervivencia del ser humano. En mi opinión, un relato muy interesante.
La vista
Este sentido en uno
de los primeros por los que percibimos la comida. ¿No te
resulta mucho más apetecible un plato bien presentado (aunque luego no sepa tan
bien) que otro cuya presentación está descuidada?
La vista capta
los colores, las formas, la cantidad, la presentación, el modo de
preparación... y si lo que percibes te resulta
agradable es más probable que lo tomes.
No hace mucho alguien me
decía que sólo con mirar, ya engordaba. ¿Es esto
posible? Me temo que no. Lo que sí puede suceder es que de ver platos o comida
muy apetecible, te dé por comer más o por picar a deshora, que empieces a
pensar sólo en comer algo, de modo que termines comiendo por comer, con
ansiedad o sin ella.
Yo misma he tenido que dejar
de navegar en Pinterest a última hora del día (más bien de la noche) con el
perfil de Alimenta tu bienestar, porque las imágenes de comida, de postres
aparentemente deliciosos, me hacían pensar en hacer una visita a la cocina aún
no teniendo hambre.
El olfato
Cuando entras en una casa o
restaurante en el que se está cocinando, el olor que
llega de los fogones, si te gusta, puede abrirte el apetito aunque
no tengas hambre, o todo lo contrario si te desgrada.
Hay olores que
nos recuerdan comidas de otra época, aquél
guiso tan rico de la abuela o aquél otro que no nos gustaba nada.
El sentido del olfato es
importante a la hora de comer porque ayuda a preparar los jugos gástricos
que después participan en la digestión de los alimentos y
también porque el olor de un alimento puede indicar que éste no está en
buen estado.
¿Sabías que el ser humano es
capaz de distinguir unos 20.000 olores diferentes?
El tacto
Este sentido lo percibimos
fundamentalmente por la boca. Es el que indica la textura y temperatura de
los alimentos que ingerimos. Si no fuera por él, ¡cuantas veces
nos quemaríamos! Por otro lado, la combinación de diferentes temperaturas en un
mismo plato hace que percibamos varias sensaciones a la vez.
También percibimos la textura
de muchos alimentos por el contacto con la piel de las manos. Por ejemplo, una
manzana o un melocotón. Personalmente como las manzanas sin pelar (así
aprovecho la fibra de su piel), pero la textura de la piel del melocotón me
resulta tan desagradable que no quiero que entre por mi boca.
El oído
¿Quién lo diría, verdad? Y
no, no es porque nos entre hambre cuando oímos hablar de comida ;-) El oído
participa, aunque en menor medida que el resto de sentidos, aportando
información cuando comemos alimentos o productos crujientes.
El gusto
Fundamental para el caso que
nos ocupa. ¿Te has visto alguna vez en la situación de haber perdido el sentido
del gusto temporalmente? El sentido del gusto es el
que más nos permite disfrutar de los alimentos que tomamos y,
cuándo un sabor no gusta, puede suponer un martirio verse obligado a comerlo.
Si tienes niños cerca y a alguno no le gusta algo, ya sabes a lo que me
refiero.
Se habla de cuatro
sabores o sensaciones primarias: ácido,
dulce, salado y amargo, pero todas ellas pueden
combinarse dando lugar a muchas otras
sensaciones de las que disfrutar cuando comemos.
Sentidos y alimentación
Te dejo dos vídeos
relacionados con el tema por si quieres ampliar información sobre la relación
que existe entre los sentidos y la alimentación.
En el primero de ellos
encontrarás un estudio sobre cómo influyen los colores de
nuestros platos, qué colores predominan en los platos de los
españoles según zonas geográficas... y otras curiosidades.
Al terminar, se produce un
debate sobre el papel de los sentidos en la alimentación con opiniones variadas
e incluso encontradas en algunos casos.
Como conclusión, comer con
todos los sentidos puede hacernos disfrutar mucho más de la comida: su sabor,
su olor y su textura en la boca. Y si te ocupas de cocinar, presentarla de
forma atractiva a los comensales es fundamental para la vista. Y probablemente
el primer paso para el éxito de tu trabajo.
¿Qué
sentido notas más en tu alimentación después del del gusto? ¿El olfato, el
tacto, la vista?
0 comentarios:
Publicar un comentario