Aunque los chicles sean considerados una golosina, los adultos consumen más chicles que los niños, a quienes otro tipo de chuches les atraen más. Sin embargo, así como las golosinas no se recomiendan por su efecto negativo sobre la salud dental, los eslogan publicitarios para la venta de chicles se apoyan muchas veces en su efecto beneficioso sobre ésta. Hoy voy a contarte algunos pros y contras de mascar chicle.
¿Es el chicle un alimento?
Dice la wikipedia
que “la goma de mascar, comúnmente conocida como chicle, es una goma masticable con sabor
dulce. Si bien la mayoría de las actuales utilizan una base de plástico neutro,
también conocido como el acetato de polivinilo, o también la goma de xantano,
hasta hace relativamente poco tiempo se utilizaba sin embargo la savia de un
árbol tropical: el chiclero, al cual debe su nombre más popular.”
A mi entender se
trata de una goma cargada de aditivos, luego no lo
consideraría un alimento. Sin embargo, mira la definición de alimento para los fines del Codex
Alimentarius en la web de la FAO:
Se
entiende por “alimento” toda sustancia, elaborada, semielaborada o bruta, que
se destina al consumo humano, incluyendo las bebidas, el chicle y cualesquiera
otras sustancias que se utilicen en la fabricación, preparación o tratamiento
de los alimentos, pero no incluye los cosméticos ni el tabaco ni las sustancias
utilizadas solamente como medicamentos.
En este video
puedes ver cómo se hace el chicle. ¿Dirías que es un alimento?
Las recomendaciones sobre el consumo de
chicle son claras: chicle sin azúcar y
evitar mascarlo durante mucho tiempo: no más de media hora de masticación y
mejor, no más de 3 al día.
Los pros de mascar chicle
Una parte de los
beneficios que obtenemos de mascar chicles están relacionados con la salud
bucodental. Eso sí, debe tratarse siempre de chicles
sin azúcar.
· Reduce la acidez en la boca, ya que
aumenta al doble el flujo de saliva (sus enzimas neutralizan el ácido de
alimentos y bebidas).
· Reduce la caries, gracias a que
el xilitol que contienen ayuda a inhibir el crecimiento de la bacteria
responsable de la caries y de dañar el esmalte dental.
· Mantiene el aliento fresco (sobre
todo, los de sabor menta o similares)
No digo nada
sobre la acción limpiadora que se atribuye al
chicle, porque no hay nada que sustituya a un buen cepillado de dientes
para mantener una correcta higiene dental.
Según la
Asociación Británica de Psicología (British Psychological Society), el chicle
puede ayudar a mantener la concentración durante más tiempo en tareas que
requieren de una atención continua. Aumenta
la concentración, mejora el estado de alerta y reduce el estrés. Hasta
la memoria se ve afectada por el consumo de chicle, ya que al mascarlo aumenta
el flujo sanguíneo hacia ciertas área del cerebro.
Mascar chicle
tiene también consecuencias beneficiosas sobre el estado
de ansiedad y no sólo en el caso de personas
que lo tomen con el fin de dejar de fumar, ya que tiene un efecto
calmante que puede ayudar a reducir el
nivel de ansiedad en situaciones de estrés.
Así mismo, reduce
el ansia de comer dado que contribuye a disminuir
la sensación de hambre, engañando al estómago -que se prepara para recibir
comida- y produciendo sensación de saciedad.
Y si alguna vez
sientes presión en los oídos, bien por la altura,
por un resfriado u otra causa similar, masticar chicle es una manera sencilla
de aliviarla porque ayuda a estirar los músculos de la mandíbula.
Los contras de mascar chicle
Las
recomendaciones de no masticar chicle durante más de media hora aproximadamente
y de no tomar a diario más de tres chicles, se basan en que ello puede producir
problemas digestivos como gases o gastritis.
Además, el sorbitol, un edulcorante común en los chicles, puede tener un efecto
laxante poco agradable si se abusa de
su consumo.
Si no sigues las
recomendaciones y te pasas el día mascando chicle, es muy probable que tu mandíbula sufra
algunos problemas, hasta el punto de tener desgaste en las articulaciones (caso
extremo).
Hay otros
contras, pero éstos están relacionados con la educación de cada individuo.
Por un lado, está
el cuidado del entorno en el que vivimos.
Los chicles deben echarse a una papelera cuando dejamos de mascarlos. Limpiar
los chicles pegados en el suelo o en el mobiliario urbano no es sólo una labor
difícil, sino también caro. Además, esas piezas pueden tener microorganismos
que pueden causar o propagar enfermedades y a veces es complicado evitar que un
niño lo toque o incluso lo coja atraído por su color.
Por otro lado,
los expertos en buenos modales dicen que mascar chicle en público no es de
buena educación. Al margen de esto, lo cierto es que muchas
personas mascan los chicles abriendo la boca y haciendo un ruido muy
desagradable, al menos para los de alrededor. A mí personalmente, me pone de
los nervios.
En fin, nada que
ver los pros y contras del consumo de chicles con los del consumo de golosinas,
¿verdad?
Son
variados los motivos por lo que las personas mascamos chicle: calmar la
ansiedad, no picar otras cosas, sustituir el tabaco cuando se está dejando de
fumar, tener buen aliento…
¿Cuál es
la tuya? ¿O eres de las que no mascan chicle?
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